“Horas después de haber pasado junto al primer pozo, vemos un famoso árbol se yergue en una altura en medio de la llanura: por eso se ve desde una gran distancia. Así que los indios lo divisan, expresan su adoración hacia él por medio de grandes gritos. El árbol en sí es de una poca altura; tiene numerosas ramas y está cubierto de espinas; el tronco, medido encima mismo del suelo, tiene un diámetro de unos 3 pies. Está aislado, y es el primer árbol que hemos visto desde hace mucho tiempo. Después encontramos algunos otros de la misma especie; pero son muy raros. Estamos en invierno, y como es natural el árbol no tiene hojas; pero en su lugar prenden innumerables hilos de los que están suspendidas las ofrendas, consistentes en cigarrillos, carne, trozos de tela, etc”.